martes, 5 de junio de 2012

Adiós.





Cronológicamente, es la primera canción de "Pequeña mañana de gloria". La música nace de la noche en que ganamos el mundial, en algún lugar del término de Benageber, y el instrumento elegido por el destino para reproducir el motivo melódico digno de un piano, es un Dobro, que adquirí en Totnes (Inglaterra) un año antes. Aquel colador con forma de guitarra me sacó de mi introspección inglesa devolviéndome la alegría tras unos primeros meses fuera bastante duros.
Aquella noche de Iniesta, dormimos al aire libre, bajo la estrellas,  entre mochilas y pequeños huecos de esterillas, en los que no se cabía bien, así que tuve que poner el instrumento totalmente vertical, y a tocar justo por donde nace el mástil, y de una casualidad con los dedos que no sabían qué tocaban nacieron los primeros acordes de la canción.
Al día siguiente, escribí la primera letra de Adiós que nada y todo tiene que ver con la actual. Pues mantiene la esencia, del adiós a una etapa, a unas personas, a un momento, el esbozo del suspiro del tiempo...del tiempo. La letra original se despide en primera persona a unas personas incluyéndose dentro del grupo despedido, mientras que la segunda letra es una despedida hacia un grupo de personas. Obviamente es una letra compuesta para anteriores proyectos musicales que dejamos atrás para comenzar con Groovettes. De echo, la letra final no se escribió hasta días antes de ser grabada en los estudios Pandemonium, y recuerdo que hablé con Kique y Rober, pues se escribió una letra amorosa, que no de despedida, y no quedaba bien, era una letra sin más, sin una coherencia con la música. Cuando escuchas Adiós, sus primeros compases te recuerdan cosas, no sabes qué, pero es como el aroma del verano en invierno, por eso, les dije que hice una letra para Tuercas. Ellos lo aceptaron y hoy por hoy, todavía se lo tengo agradecido. En realidad, antes de tocarla con Groovettes, Adiós la toqué en mi último concierto con Los Tuercas, sin saber que iba a ser mi último concierto con ellos.
En el estudio tuvimos algunas peleas acerca de la estructura del tema, pues yo no quería volver más al estribillo y Kique se obstinaba en volver al estribillo, además la parte musical se estaba quedando larguísima pero yo me obstinaba en dejarla larguísima. Rober, por su parte, hizo de mediador intentando aliviar tensiones por ambas partes, así como Uve (productor de Pequeña mañana de gloria) que lo que hizo fue montar lo que sería ambas versiones, pero ninguno de los dos cedimos. A los días siguientes, a Kique se le ocurrió que podía cantar alguna cosa, en la parte musical y ahí nació "¿qué puedes hacer si todo va cambiando?", así que todos quedamos contentos, no se volvió al estribillo pero sí que se cantó. Otra de las curiosidades de la canción, es que no descubrimos que Uve había metido cuerdas hasta algunas semanas más tarde.
Adiós quedó una de las canciones más redondas, por el mensaje y por su video. Era un martes cualquiera de invierno, y ya estaba terminado el disco, debíamos hacer un video, pero sólo teníamos unas imágenes de un video promocional de cuando Groovettes se llamaba Champagne, y con eso no se podía montar demasiada cosa, así que mientras Kique salvaba las imágenes subidos en la Vespa y lo montaba, me dio su cámara de video y me puse a grabar nada más cerrar la puerta. Cuando volví con las imágenes tardamos alrededor de una hora para montarlo, pero al verlo por primera vez, nos dimos cuenta de que la letra no importaba en el video, por lo que conseguimos crear las sensaciones musicales y no métricas.


SM.





Letra de ADIÓS - GROOVETTES


Se acabó,
nuestra historia entre escenarios terminó,
parecía ayer diciembre 2006,
y un lejano Azul Bar en la premiere...
Camerinos,
es la última, un minuto y salimos,
saludamos, y vibramos, y cantamos tres canciones y algún himno,
guarda esto en tu memoria...
Adiós.
Adiós.
Adiós, se fue, y todo va a cambiar,
tal vez, volver, soñando alguna noche como fue.
Un domingo,
y brindamos por Blanqueta y por La Charca,
por las noches de los triunfos y fracasos, aunque eso no importaba.
Ni los Beatles, ni los Rolling, ni The Strokes, ni Los Ronaldos,
ningún grupo se ha acercado nunca tanto a la luna que yo tengo de escenario.

Adiós.
Adiós.
Adiós, se fue, y todo va a cambiar,
tal vez, volver, soñando alguna noche como fue.

¿Qué puedes hacer?

¿Qué puedes hacer?
¿Qué puedes hacer?
¿Qué puedes hacer?
¿Qué puedes hacer si todo va cambiando?
¿Qué puedes hacer si todo va cambiando?
¿Qué puedes hacer si todo va cambiando?
¿Qué puedes hacer?




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